Título original: El conde Lucanor
Editorial: Bruño
Autor: Don Juan Manuel
Género: Historia
En El conde Lucanor se plantean muchos de los conflictos de la vida humana, a los que se ofrece una solución a través de un relato ágil, sencillo y profundo. Su autro, don Juan Manuel, fue un noble, sobrino de Alfonso X el Sabio, que sintió una inusual pasión por el arte de escribir, como puede verse en esta versión de su obra más celebre, que moderniza la lengua pero sin perder el peculiar sabor por el castellano medieval.
Dios. Sólo me he leído este libro porque entra en la lectura obligatoria de 1º de Bachillerato, juro que tenía cierta curiosidad por leérmelo, pero ha sido una auténtica tortura.
Sólo me he aburrido más en toda mi vida con un libro de Lucía Etxebarría. Llega el conde Lucanor, que tiene un problema, y como no sabe resolverlo él solito, tiene que acudir a Patronio, su consejero, que le cuenta una historia. Y por si no fuera bastante, y aún entendiéndolo nosotros, al parecer nuestro querido conde parece que no se entera de nada y el pobre Patronio se lo tiene que explicar.
En algunas historias te dan ganas de gritar: "¿Pero en serio la gente en la Edad Media en España se comportaba así?". Peor es la respuesta: "Aún se siguen comportando así". Hay relatos realmente cortos, en los que parece más un ejemplo que otra cosa, y otros con los que Almodóvar podría hacer una película con ellos.
Ahora llega lo peor de todo: que alguno de mis compañeros de clase no lo entienda y tenga que malgastar mi valioso tiempo explicándoselo. ¡Qué hecatombe!
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