sábado, 5 de octubre de 2013

The Iron Daughter


Título: The Iron Daughter
Título original: The Iron Daughter
Editorial: Darkiss
Autor: Julie Kagawa
Género: Fantasía, romántica

Llevo ya algún tiempo en la Corte de Invierno. ¿Cuánto exactamente? No lo sé. El tiempo transcurre de otra manera en este lugar. Si alguna vez consigo salir de aquí, puede que hayan pasado cien años y que mi familia y mis amigos hayan muerto. Intento no pensar en ello, pero en ocasiones no puedo evitar preguntármelo. Me llamo Meghan Chase.
Medio princesa de los duendes de Verano, medio humana, Meghan nunca había encajado en ningún sitio. Abandonada por el príncipe de Invierno al que creía enamorada de ella, se encontraba prisionera de la reina de la Corte de Invierno. La guerra entre Verano e Invierno era inminente, pero Meghan sabía que el verdadero peligro no era ese, sino los duendes de Hierro: seres mágicos forjados en metal que solo su príncipe ausente y ella habían visto. Pero nadie la creía.
Atrapada en el País de las Hadas, con sus poderes mágicos bloqueados, Meghan sólo tenía un arma: su propio ingenio. Confiar en alguien era una locura. Encomendar su destino a un posible traidor podía ser mortal. Sin embargo, Meghan no podía evitar prestar oídos a los anhelos de su muy humano corazón.

Me estoy leyendo esta saga al revés, y aún así no es lo más raro que he hecho en la vida.
Hay momentos en los que me dan ganas de matar a Julie Kagawa, claro, escribe cosas tan bonitas... Puedo estar en clase cuando ya he acabado un examen, esperando el autobús o en el gimnasio, da igual, que yo acabo llorando e inundándolo todo. Jo, que con el otro sólo lloré con el final, pero con este he llorado dos veces: una en la que hay un paisaje muy bonito en la que Ash extraña a Ariella, su primer amor (esperando el bus), y la otra, con la muerte de un personaje muy querido (ya hecho el examen de Griego).
La forma que tiene la autora de describir las cosas, de una forma tan simple pero a la vez eficaz, hace que desde las primeras líneas te den ganas de seguir, y eso es lo más importante para que te apetezca terminarlo.
Lo que no me ha gustado nada, y lo siento mucho, es Meghan. Sí, muy humana y tal, pero yo creía que sería más luchadora, como en el tercero, pero en este es más bien como un narrador testigo en lugar de la protagonista, y me ponía bastante de los nervios. Aunque ciertamente tampoco me la imagino ahí haciendo llaves de kárate, eso hubiese sido un poco extraño...
También me he empezado a enamorar un poco de Puck. El pobre quiere a Meghan con toda su alma, y aunque en esta novela se lleva un poquito de ella (sabéis a lo que me refiero), me parece un poco injusto que ella no pare de pensar todo el rato en Ash, y que conste que me parece que hacen una pareja perfecta. Pero, no sé, ¿no podrían incluir a una chica española, preferiblemente de Madrid, guapísima, inteligentísma y súper encantadora de la que nuestro querido Goodfellow se pueda enamorar? Que conste que yo me ofrezco voluntaria encantada.

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