Título original: Mulan
Dirección: Barry Cook & Tony Bancroft
Géneros: Animación, comedia, aventura, fantasía, musical
"La flor que crece en la adversidad es la más hermosa de todas."
Mulán, una joven china hija única de la familia Fa, en lugar de buscar novio, como sus amigas, trata por todos los medios alistarse en el ejército imperial para evitar que su anciano padre sea llamado a las filas para defender al Emperador del acoso de los Hunos. Cuando el emisario imperial lleva a cabo la orden de reclutar a los varones de todas las familias, Mulán se hará pasar por soldado y se someterá a un duro entrenamiento hasta hacerse merecedora de la estima y de la confianza del resto de su escuadrón.
Primero de todo, tengo que decir que Mulán siempre ha sido mi Princesa Disney favorita. Tuve hace poco una discusión con una de mis mejores amigas porque ella era más de La Sirenita. Argumentaba que ella era más valiente porque se escapó un montón de veces de su casa sin que su padre se diese cuenta (WTF? ¿Eso te hace valiente?). Mulán se escapó de casa no porque ella quisiese, lo hizo por el honor de su familia. Por otro lado, Ariel fue tan tonta de cambiar su voz no ya por el chico en cuestión, si no por la remotísima posibilidad de que pudiera enamorarse de ella. Mulán no sólo luchó contra los Hunos, ¡los ganó!
Vale, ya me he quedado a gusto. Basta ya de despotricar...
Pero, en fin, ¿acaso hay alguna princesa que pueda presumir de tener esas agallas? Y no tenía un pelo de tonta.
Habré visto esta película como un millón de veces en toda mi vida, pero sigo disfrutándola como una niña: cantando, riéndome, ¡incluso llorando con el final! Yo de mayor quiero ser como ella. Bueno, y como Debbie Harry...
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