viernes, 7 de agosto de 2015

Luchemos contra la ignorancia popular

Para hoy tenía programada la reseña de la película Un amor entre dos mundos pero, mientras la preparaba, he visto un vídeo de YouTube que me ha llamado la atención por su pésimo contenido, y me ha parecido que merecía más la pena luchar contra equivocadas creencias populares. Os dejo a continuación en vídeo que quiero criticar, señalando que es el primer vídeo de la historia de YouTube al que he dado dislike:


No es ningún secreto que últimamente me he aficionado a los vídeos de terror, leyendas oscuras y teorías conspiranoicas, por lo que era cuestión de tiempo que llegara a ver este, pero mientras que otros se dedican totalmente a narrar leyendas urbanas, subir Five Nights at Freddy's o hacer una comparación de la mitología lovecraftniana, éste se ha llevado la palma por tratar el polémico tema del satanismo y, debo decir, de una forma muy poco acertada y nada informada. Empecemos por el principio, iré explicando los errores símbolo por símbolo:
  1. La esvástica: El origen de este símbolo lo encontramos por primera vez en culturas orientales ancestrales, tales como el hinduismo, el taoismo o el budismo, con el significado de abundancia, buena salud y vitalidad. Más tarde, en el s. XX, fue apropiado por Hitler y por el movimiento nazi como insigna de la raza aria, y desde entonces se le acuña ese significado. Aunque, obviamente, todos lo vemos como algo negativo, no tiene nada que ver con el satanismo, sino con una doctrina política, social y económica bastante maligna. Añado que uno de los lemas del nazismo era el kinder, küche, kirche, refiriéndose al papel de la mujer en la sociedad: "niños, cocina e iglesia". ¡Sorpresa! Los nazis eran religiosos. Por lo tanto, a lo que los occidentales respecta, la esvástica y la religión son dos cosas separadas. Os pido como favor que si conocéis a alguien que afirma ser de religión satánica y, a la vez, de doctrina nazi o neo-nazi, penséis esto: o que quiere llamar la atención, o es alguien que está mal de la cabeza que utiliza estos dos nombres para justificar sus crueles actos.
  2. El pentagrama: Tanto el pentagrama como el pentáculo (los subrayo para señalar que no son lo mismo) son símbolos de origen pagano, cuyas cinco puntas se corresponden con los cinco elementos: agua, fuego, tierra, aire y energía, y aunque es cierto que el círculo exterior simboliza protección, es también alegoría de la naturaleza y del cosmos, no del quinto elemento. Ahora vamos con la diferencia entre pentagrama y pentáculo: el primero es de origen pagano y, ciertamente, está relacionado con técnicas satánicas y con el Baphomet (del que hablaremos más adelante), pero el segundo, del mismo origen, está adherido a la práctica de magia BLANCA. Por lo tanto, debido a su origen, es rematadamente imposible que ninguna de las "cuatro" esquinas simbolice a ningún diablo (según éste pobre inculto: el agua con Leviatán, el fuego con Satán, la tierra con Belial, el aire con Lucifer), dado que en las antiguas mitologías no existía el término de diablo. Sí, existía un inframundo, pero acababas en él sí o sí. Hades no es el demonio para los griegos, Osiris no es el demonio para los egipcios, ni Hella lo es para los nórdicos. "Demonio" es un término abrahámico. Repite conmigo: a-bra-há-mi-co. Por otra parte, ahora que hemos dejado un poco más claras las creencias paganas, debo señalar la diferencia entre un satanista ateológico y un satanista teológico: el satanismo ateológico no es una religión, es una idea filósofica, parecida a un agnosticismo bastante pesimista; y los satanistas teológicos creen lo mismo que un cristiano, cree en Dios, ángeles y santos, pero digamos que "se ha unido al otro bando". Como guinda, debo decir que en el vídeo, entre todos las estrellas de cinco puntas, encontramos una de seis, la Estrella de David, símbolo judío. ¡Toma ya!
  3. La cruz invertida: Símbolo, en contra de toda creencia habitual, católico (aunque no utilizado), y no satánico. San Pedro, tras ser condenado a morir por crucifixión, se niega a ser ejecutado como su maestro, Cristo, y pide perecer en una cruz puesta del revés, con los pies en alto y la cabeza abajo. El crucifijo invertido simboliza el dolor, ya de por sí muy presente en una crucifixión normal, el sufrimiento y el calvario. Así pues, no es de extrañar que en la Iglesia Católica sea utilizado, ya que no simboliza los valores inversos a la iglesia, si no todo lo contrario: la responsabilidad de sufrir para ganarse la vida eterna llevada al máximo. Admito que soy la primera en identificarse como anti-clerical, pero el insinuar que la Iglesia es satánica por sólo un infundio es, cuanto menos, osado. Hacedme otro favor: si encontráis en Tumbrl una de estas chicas tan pastel goth llevando camisas con esta representación creyéndose súper rebeldes, preguntadles que si saben qué significa en realidad. En serio, adelante, pregunta.
  4. El ojo de la providencia: Dejemos a un lado las bromas sobre Illuminatis, que en mi opinión es sólo una invención de Hollywood para vender la versión cinematográfica de El Código Da Vinci. Este chico ha confundido el mito egipcio de el ojo de Orus, con el ojo que todo lo ve. Ciertamente, Dios (según La Biblia) es omnisciente, omnipotente y omnipresente, y por lo tanto el ojo que todo lo ve es un símbolo suyo, y no de Satanás, ya que esta insignia sólo recalca la presencia de Él, de Dios, como una advertencia en una tienda de que hay cámaras de seguridad. En serio, Satán no es, como muchos piensan, una simple "antítesis" de Dios, él no necesita ver nada, es Dios quien ve y juzga. 
  5. Baphomet: Debo reconocer que Baphomet es la imagen de la que menos información tengo a priori. Se entiende que los que buscan destacarlo son contrarios al cristianismo, ya que su origen está ligado a los Caballeros de la Orden del Temple, quienes fueron condenados por herejía. Muchos de estos caballeros confesaron actos apóstatas y fueron torturados. Aún así, algunas fuentes más aventuradas sostienen que el Baphomet corresponde a Cristo, y que la res se trataba de la cabeza embalsamada de Juan el Bautista, contradiciendo la creencia de la Resurrección. Aunque es cierto que, de todos los símbolos que hemos visto, es el que se acerca más a un satanismo real, no me lanzaría yo a afirmarlo tan libremente. Por último, quiero añadir que no es el dios de los brujos, ya que esta encarnación pertenece a una DIOSA griega, a Hécate.
  6. 666: ¿Casualidad que esté en el puesto 6? No lo creo. Bromas aparte, voy a citar un concreto versículo de La Biblia: En esto consiste la sabiduría: el que tenga entendimiento, calcule el número de la bestia, pues es número de un ser humano: seiscientos sesenta y seis. La principal creencia en la que se basa este versículo del Apocalipsis (que narra el fin del mundo desde una forma muy abstracta y casi incomprensible) es en la perfección del número 7, dejando al número 6 como una cifra mediocre, y por lo tanto, el 666 como maldito. Lo que nadie se esperaba es que, traduciendo otra vez e investigando, el número que da no es el 666, como afirma San Juan, si no 616. Un ¡zas! en toda la boca en toda regla. Como bien nos han enseñado las matemáticas, los números tienen el valor que nosotros elijamos darles. ¡Ah, antes de que se me olvide! El tener miedo a la tarjeta Visa sólo está justificado si eres anarquista o anti-capitalista.
Quiero dar cierre a esta entrada diciendo que no os dejéis llevar por lo que digan los fanatismos religiosos, tanto cristianos como de cualquier otra índole. Que tú tengas tus ideas no significa que las otras tengan que ser necesariamente malas, mientras no terminen con los derechos vitales de otra persona. Pero, sobre todo, si no te crees algo, lee, investiga, estudia por tu cuenta, no te quedes con lo que otros te digan. Aunque respeto las creencias de cada uno, cierto es que la Iglesia ha hecho mucho a lo largo de los años para evitar que ciertos conocimientos lleguen al público general, y si no transmitimos un mínimo de cultura, podemos terminar en una segunda Edad Media. 

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