jueves, 10 de julio de 2014

Discurso del método


Título: Discurso del método
Título original: Discours de la méthode
Editorial: Tecnos
Autor: René Descartes
Género: Filosofía

[...] "que no todos los que piensan de modo contrario al nuestro son por ello bárbaros o salvajes, sino que muchos hacen tanto o más uso que nosotros de la razón."

Las obras de Descartes Discurso del método y Meditaciones metafísicas se ofrecen íntegras en esta edición en una traducción clásica actualizada, con notas aclaratorias. El texto va precedido de un estudio preliminar, que consta de una biografía del filósofo, de breves estudios específicos - destinados a facilitar la comprensión la comprensión de dichas obras situándolas tanto en el contexto de su tiempo como en la actualidad - y de una biografía seleccionada. Finalmente se ofrece también una documentación complementaria, que incluye textos de otros filósofos sobre la filosofía de Descartes, y un glosario donde se definen los término más importantes que aparecen en el pensamiento cartesiano. 

¡Por fin! ¡Sólo un libro más de filosofía y seré libre! 
Lo primero que tengo que decir es que sigo sin entender por qué hago reseñas de estos libros. Supongo que es porque si lo hiciera sólo de los que me leo por mi cuenta el blog sería sólo de chorradas varias más que de libros. 
Bueno, la verdad es que aunque se lee bastante rápido, yo sólo he tardado dos días, reconozco que es un libro bastante espeso, incluso para su poca extensión. Para los que preguntéis: sólo me he leído el estudio preliminar y Discurso del método, que era la tarea que se me había encomendado. Discurso del método se divide en seis partes bien diferenciadas, y aunque esté en un castellano antiguo, las cuatro primeras partes se leen bastante rápido. Todo lo contrario a las dos últimas. Sobre todo porque en una de ellas empieza a describir el corazón y cuáles son sus principales funciones. ¡Por Dios, soy de humanidades! ¡Ya me libré de la biología en 3º de la ESO! ¡Y bastante que aprobé! 
Ya... Tampoco es que tuviera más que comentar... Siento mi brevedad. Y no sólo en esta entrada, sino últimamente. 

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