Título original: Frozen
Dirección: Chris Buck & Jennifer Lee
Géneros: Animación, comedia, aventura, fantasía y musical
"Hay personas por las que vale la pena derretirse".
Cuando una profecía condena a un reino vivir un invierno eterno, la joven Anna, el temerario compañero Kristoff y el reno Sven emprenden un viaje épico en busca de Elsa, hermana de Anna y Reina de las Nieves, para poner fin al gélido hechizo. Adaptación libre del cuento La Reina de las Nieves.
En fin, ¿qué puedo decir de una película tan maravillosa como esta?
Elsa y Anna de pequeñitas eran inseparables, hasta que un día la primera hiere a su hermana accidentalmente. Por suerte, los trolls consiguen curarla. Pero desde ese día, Elsa se muestra fría, ya que teme poder dañar a su hermana otra vez. Anna crece sintiéndose sola. El día de la coronación de Elsa, Anna se enamora perdidamente de Hans (que después resulta ser un capullo, pero en fin), y entre una cosa y otra, sin querer Elsa empieza a congelarlo todo y huye a esconderse en las montañas del norte. Anna, cuando va a buscarla, se encuentra en el camino con Kristoff (¡que es clavadito a un amigo mío!), a su reino Sven y aun muñeco de nieve llamado Olaf, que es un cachondo el tío.
Siempre pensé que los los mejores clásicos Disney eran, efectivamente, los más clásicos. Pero con Enredados y con Frozen (me gustaría poder decir lo mismo de Tiana y el sapo, pero no la he visto) se demuestra lo contrario. La industria de películas de Disney evoluciona junto con los tiempos, y al igual que yo soy de la generación Mulán, y por lo tanto me ha marcado mucho en mi forma de ver el mundo, no puedo esperar ha que lleguen a mi edad las niñas de la generación Frozen.
Es más, yo creo que si contratase como organizadores para mi 18 cumpleaños a Olaf y al Genio de Aladdín, no me lo pasaría mejor en la vida.
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