domingo, 21 de diciembre de 2014

Blancanieves


Título: Blancanieves
Título original: Blancanieves
Dirección: Pablo Berger
Géneros: Drama, cine mudo

Versión libre, de carácter gótico, del popular cuento de los hermanos Grimm, que ha sido ambientada en España durante los años 20. Blancanieves es Carmen, una bella joven con una infancia atormentada por su terrible madrastra Encarna. Huyendo de su pasado, Carmen emprenderá un apasionante viaje acompañada por sus nuevos amigos: una troupe de Enanos Toreros.

Cuando digo que me gusta el cine español a esto es a lo que me refiero: películas originales, bonitas, que saben llegar y que muestran a España fuera de idealismos que se crean los guiris. Todo esto lo logra Blancanieves de una forma tremendamente original: y es que no sólo está totalmente en blanco y negro, sino que nos lleva enteramente a los años 20 siendo una película muda. No oirás una sola palabra de la boca de ningún personaje. Aún con eso, es facilísimo seguirle el hilo a la historia, y no sólo porque tenga cartelitos (como en las películas antiguas), sólo con leerle los labios a los actores y leyendo sus gestos estás completamente al tanto de lo que dicen. 
Tengo ganas de hablar de la escenografía. Debo reconocer que hecha un poco para atrás todo el tema de los toros, el flamenquito y Sevilla. Pero al cabo de un rato se convierte en algo secundario. Es más, siendo yo antitaurina, debo reconocer que todo el tema del toreo y la cuestión del padre hace que toda la película sea original incluso dentro del género. Incluso empiezas a escuchar el flamenco como un elemento casi natural. 
Cumple muy fielmente con la versión original del cuento. Mucho mejor que otras versiones que hacen ahora. No es que la madrastra sea "un poco mala", es el personaje mejor caracterizado y, realmente, es de aquellos villanos que no sabes si reírte de ellos o pegarles una paliza. Por otro lado, vemos una Blancanieves, o Carmen, mucho menos ñoña que su homónima en Disney. Aquí no se rebela contra la madrastra no por nada, sino por mantener a salvo a quien más quiere, su padre. Aunque me parece que le faltan motivos propios para dedicarse a lo que le gusta.
También destaca el papel de los enanitos, y sobre todo el de Rafita. Ya no es un príncipe el que se enamora de la protagonista, ahora es un enanito. Lo que por otro lado, me parece mucho más lógico, ya que se enamora de ella y la conoce desde hace un tiempo, no es ¡CHAS! y aparezco a tu lado (¿no os suena de una canción?). 
Lo que me lleva a hablar del final. He llorado. Mucho. Y no sólo con el final. A los veinte minutos de película ya estaba yo con los lagrimones como bolas de granizo. 
Conclusión: no la veáis, moriréis deshidratados. No, es coña. Recomendadísima para aquel que busque cine español de bueno y tenga la mente mínimamente abierta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario