Cuentos de Terror de los Objetos Malditos

Título: Objetos de terror de los objetos malditos
Título original: Uncle Montague's Tales of Terror
Editorial: SM
Autor: Chris Priestly
Género: Terror

<<¿Conque crees que hay una edad a partir de la cual uno se vuelve inmune al miedo?>>

No querrás quedarte aquí después de que anochezca...

Estoy muy contenta con este libro no sólo por su calidad, sino porque gracias a él estoy recuperando mi ritmo de lectura de 3º de la ESO de un libro cada dos o tres días.

La historia es narrada desde el punto de vista de Edgar, un niño que al visitar a su tío se convierte en oyente de terroríficos cuentos con infantes de su edad como protagonistas. Los relatos son de los más variopintos, pero todos tienen algo en común: su terrorífica historia adornada con su terroríficos y no precisamente felices finales.

El detalle que más me ha gustado del libro es que no se trata simplemente de una historia lineal, sino que se trata más bien de una recopilación de relatos de terror con la historia de Edgar y su tío Montague como hilo conductor. El niño llega a la casa y su tío le cuenta un historia. Al terminarla, la comentan, Edgar ve un objeto de la habitación que le llama la atención, y su tío le cuenta otra historia. Pero no todo está ahí por casualidad, todo se desvela en un último capítulo que actúa a modo de epílogo dándole sentido a toda la historia: por qué tío Montague tiene todos esos objetos en su poder y por qué es conocedor de estos inquietantes cuentos.

Reconozco que no es la primera vez que lo leo, ya lo conocía de cuando tenía 11 años, que se lo leyó mi madre y me lo recomendó. Pensé que al leerlo por segunda vez me daría menos miedo, pero me equivocaba. Al parecer, al haberlo leído seis años después, mi mente es mucho más madura, contando también la madurez literaria, mezclando eso con que sólo me acordaba vagamente del argumento de los relatos, todo eso a contribuido a acabar cada capítulo temblando de terror.

Un buen libro con el que pasar una tarde aburrida y en la que te de pereza bajar al videoclub a por una película de terror de serie B con la que probablemente sólo te asustes con la sobre-actuación de los actores. Auténtico pavor.