domingo, 31 de agosto de 2014

Extrañas Apariencias


Título: Extrañas apariencias
Título original: Passing Strange
Editorial: Molino
Autor: Daniel Waters
Género: Romántica, fantástica, sobrenatural

<<Es la vida lo que importa. Mucho más que la muerte.>>

Karen DeSonne está acostumbrada a fingir ser lo que no es. Siempre se había hecho pasar por una típica adolescente delante de sus amigos, su familia y en el instituto. Hacerlo le costó el amor de su vida y, ahora que está muerta, sigue fingiendo..., aunque esta finge estar viva.
Mientras tanto, las autoridades acusan a los amigos muertos de Karen de un importante caso de asesinato, lo que conduce a la aprobación de nuevas leyes contra zombis. Casi todos los muertos vivientes de Oakvale se ven obligados a esconderse. Karen pronto descubre que el <<asesinato>> era una farsa orquestado por Pete Martinsburg y sus fanáticos compañeros. Si desea obtener las pruebas necesarias para sacar a la luz el fraude y probar la inocencia de sus amigos, tendrá que hacer lo impensable: traicionar a su corazón y convertirse en la novia de Pete.

¡Y por fin la última entrega de nuestra querida saga de zombis! Debo reconocer que me ha dejado un sabor bastante agridulce.
Lo primero de lo que quiero hablar es de la narración. Al igual que en el anterior libro, se alternan capítulos narrados en tercera persona por capítulos narrados desde el punto de vista de uno de los protagonistas que, en esta ocasión, resulta ser Karen. Pero no puedo decir que en esta ocasión me haya gustado. Casi la primera mitad del libro nos es contada por ella, pero resulta casi pedante, ya que sólo se habla de su depresión, de su ex-novia y cómo está saliendo con Pete. Pero lo peor de todo es que hasta la mitad NO AVANZA NADA. Niente. Casi dan ganas de darse golpes una y otra vez contra una pared. 
La segunda mitad del libro ya es algo más ágil. Volvemos a la narración en tercera persona (casi siempre) y se habla de todos nuestros protagonistas: Adam, Phoebe, Tak, Margi (que por cierto sólo aparece una vez en todo el libro)... Pero aún así se nota que la protagonista casi total de la historia es Karen. Todos ellos, repito, todos, han quedado en muy segundo plano.
También quiero hablar de Pete. Aunque me encantó en el primer libro, me desencantó un poco en el segundo, y en este ¡PUM! Cagada total. A ver, Daniel Waters, escucha una cosa: si me gustaba Pete en el segundo libro no era por su pura alma de niño inocente, era por su iniciativa, por su mala leche. Pero ahora no es más que un pelele de algo parecido a una segregación del Opus Dei. En el final yo estaba: "¡Ah" ¡Pues al final no es tan malo!", pero según iba leyendo, menos me gustaba lo que habías hecho con el personaje.
Lo que me lleva a quejarme de otro detalle: el final. Sí, muy bonito y tal, ¡pero lo ha dejado abierto! Me alegro muchísimo por Karen, ¿pero qué pasa con el resto de los personajes? ¿Acaso ellos no se merecen un final? Señor Waters, le daré una idea para un posible cuarto libro que ya estoy asumiendo que no sacará: Pete muere y se convierte en un zombi. ¡Es un final redondo! Todos se quedan satisfecho y el huye con el rabo entre las piernas. ¡Es el final perfecto para todo el mundo! Y dale más protagonismo también al reverendo Fitzpatrick, que me ha caído bien el chaval.

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